CRISIS EN LA PAREJA



Continuamos en este artículo a partir del anterior, con las razones y causas que ocasionan las crisis en la pareja. Una de ellas es la de confundir amor y posesión. Aunque convivamos en pareja, todo ser humano necesita poseer de espacio y tiempo propio. Necesidad que a veces no se ve correspondida por la otra pareja que no es capaz de aceptar ese espacio vital. No estamos hablando de celos, sino de control y posesión. Tu otra pareja está en el convencimiento que cualquier ocupación y tiempo que no le dediques a él demuestras que no le quieres y a la inversa, su demostración de amor será el de no despegarte de ti ni un momento. Ello en la primera etapa de vuestra relación será bien recibido como una muestra de atención y cariño. Pero a partir de un determinado tiempo y el día a día puede ser un infierno. Controlará tus relaciones y te negará tu tiempo de ocio y de trabajo. Si no atajas a tiempo esta actitud la ruptura será dolorosa e inevitable.

Otra actitud patológica es la de querer perpetuar el amor y la pasión inicial a toda costa. Son personas que como el caso anterior necesitan de un control total sobre la otra pareja, pero basándolo sobretodo en la faceta sexual. Pero también necesitan que se le corresponda de la misma forma. No aceptan que la relación de pareja con el tiempo pueda entrar en una fase más tranquila y sosegada y en cuanto notan un cierto bajón de intensidad entran en crisis y si no se les satisfacen rompen la relación. Son personas que culparán siempre a los demás y que buscarán inmediatamente otra pareja para llenar su vacío repitiendo una y otra vez el mismo rol. 

Como comentamos en otras experiencias, al inicio de toda relación se idealiza el amor. Se basan en la creencia de que ese amor los preservará de cualquier obstáculo y dificultad y que como el amor es correspondido nunca van a discutir. La idea de un amor eterno y que lo puede todo viene dado  por una cultura ñoña expuesta muchas veces en forma de cuento, novela o telefilm. El amor es volátil y hay que cuidar y renovarlo constantemente buscando nuevos retos y horizontes en común. La cultura de hoy del mínimo esfuerzo se encuentra basada en la inmediatez. Ello propicia que al primer desencuentro no sepan reaccionar y se vean superados ante cualquier adversidad.

Al hilo de lo comentado anteriormente, el amor inicial lo cubre todo, tanto que los pequeños detalles e imperfecciones no los tomamos en cuenta. Nadie es perfecto y a veces el secreto del amor está en aceptar los defectos ajenos e intentar mejorar los propios. Por contra, la crisis de pareja empieza cuando uno magnifica del defectos de los demás y no ve los suyos propios.

Acabaremos la trilogía de la crisis en la pareja en un último post más adelante. ¿Os habeís sentido identificado esta vez?¿Se ha podido solucionar vuestro problema o el divorcio ha sido inevitable? Contadnos y compartid vuestras experiencias.

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